Astrólogo Metafísico
Estar en el presente es estar en el momento que nunca envejece. Un segundo, apenas nace, muere. Vivimos «inmersos en el espacio, el tiempo y el cambio». No hay más realidad que la realidad que se manifiesta en el presente, en este instante, en el ahora.
Si detienes unos minutos tu lectura y como testigo
silencioso observas el transcurrir, eso que llamamos tiempo, soltando por un
momento todas tus preocupaciones, ansiedades, angustias y pensamientos sobre el
pasado o el futuro, descubrirás que todo es una construcción mental, un
espejismo. Si logras descubrir este engañoso mecanismo de la mente, en este
mismo instante te conviertes en un Ser feliz.
Las personas que han aprendido a vivir en el presente se
vuelven más sanas, psicológica y físicamente. La ansiedad que agita nuestras
vidas es el producto de la preocupación por lo que vendrá. La ansiedad
nace en la mente que quiere ir más de prisa que la vida.
Si observa como la vida transcurre es este mismo instante y fluyes
sin resistencia, ese fluir es «felicidad». No existe otra forma de ser feliz,
que no sea vivir sin resistencia, vivir en el presente.
El valor de la vida está exactamente «aquí y ahora» y
aunque nuestra mente es una excelente herramienta, debemos cuidarnos de ella,
pues la misma mente que nos permite convertirnos en seres racionales e inteligentes,
es también la mente que nos puede hacer su prisionero y esclavo, convirtiéndose
en una fábrica de dolor, haciendo de nuestra existencia un infierno.
El Buda enseñó; «existe el dolor, la enfermedad y la
muerte, pero el sufrimiento es opcional». El maestro se refirió a los estados
de la mente.
El sufrimiento humano muchas veces es producto de los
estados de la mente que funciona en la línea del tiempo. La mente «hace su
interpretación de los acontecimientos alejándonos de la realidad, de la vida
que fluye libremente, distorsionándolo todo».
Por lo general la mente se convierte en el «agua fiestas del
presente» haciéndonos vivir eso que popularmente se llama «tormentas en un
vaso de agua». Esto sucede porque la mente se preocupa por algo que todavía no
es presente y sufrimos por cosas que nunca ocurrirán.
La vida, queramos o no, nos empuja hacia lo desconocido y
por esta razón debemos aprender a vivir en el presente y ser feliz sin
interpretar. El maestro Jesús nos enseñó, «a cada día su propia fatiga».
Los seres humanos perseguimos con afán los «fantasmas del
futuro« y vivimos prisioneros de todo lo que imaginamos. Igual ocurre con el
pasado, sin darnos cuenta de que «el recuerdo es el cadáver de una
experiencia».
Debemos ser muy cuidadosos con eso que llaman «recordar es
vivir». No se trata de olvidar, se trata de ser selectivos al recodar. «Recordar
lo bueno, bello y positivo», crea campos de energías mental positivas y «traer
estas energías al ahora, al presente».
Pretender ser feliz hoy desde los recuerdos del pasado es
una «negación del presente». Pretender ser feliz desde el futuro que
imaginemos también es una «negación del presente». La felicidad solo pertenece
al «presente, libre de todo condicionamiento».
Podemos «ser felices en este mismo instante». Si los médicos
nos diagnostican una terrible enfermedad y nos sentencian a morir dentro de
unos meses, si los economistas nos aseguran que mañana estaremos en la ruina
total, si nos anuncian que todo terminará pronto, esto no debe ser excusa para no «ser felices en este mismo
instante». Y ¿quién sabe si en verdad estas cosas terribles ocurrirán? El
sufrimiento es opcional, si vivimos en el presente, seremos felices ahora, en
este instante. VIVE HOY... LA FELICIDAD DE CADA INSTANTE... ES LA
ÚNICA FELICIDAD POSIBLE....
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